El arquitecto chino Wang Shu, de 48 años, ha sido el galardonado por una obra artesanal, respetuosa con el medio ambiente y de gran profundidad filosófica, en la que conviven de forma armoniosa tradición y modernidad.
Wang nacido el 4 de noviembre de 1963 en la remota región uigur de Xinjiang, sólo ha trabajado dentro de China y ha desarrollado la mayor parte de su obra en Hangzhou, al suroeste de Shangai, donde dirige desde 1997 junto a su esposa, Lu Wenyu, el Estudio de Arquitectura Amateur.
El premio, aparte de la consiguiente publicidad y reconocimiento, consiste en $100.000 y una medalla de bronce con una inscripción latina en su reverso: "Firmitas, Utilitas, Venustas" (Firmeza, Utilidad y Belleza), el lema de Vitruvio, considerado uno de los 'padres' de la Arquitectura.
Wang Shu es un incesante defensor de los materiales artesanales y tradicionales y ademas, prueba de su amor por el medio ambiente y la economía de materiales es su decisión de aprovechar dos millones de tejas procedentes de demoliciones de casas tradicionales para cubrir el techo de varios edificios del campus de Hangzhou.
A continuación os pongo alguna fotografía de su obra:
Por cierto, a un español ya se le ha concedido este galardón también, Rafael Moneo, quizás os suene de la ampliación del Prado.